Tuesday, May 26, 2009

Chasing games and mock battles.




Here at Canaote we have an unrivaled opportunity to compare monkey life in the wild with their lives in semi captivity. My first observation would be that Howler monkeys in semi captivity are much more athletic than their counterparts in the wild. Rapidly circling their walkways, use of swings and general vigorous interaction in play, is typical behavior. Chasing games and mock battles take up a good part of their day. The monkey in the wild sleeps more and generally lives a more leisurely life.

I have previously remarked on how much time a very young Howler demands. Maria Teresa is only four months old and is bottle fed, she demands human company 24 hours a day.


She becomes very agitated if she is left alone or put in a secure environment.

This of course means that she is on my shoulder all day. As you can see from the photograph, this includes when I am shaving. Now shaving soap does not taste good. But I have yet to meet a monkey who does not want to eat it. It makes shaving difficult.

Meal times can be riotous. Particularly when Maria Teresa's favorite is on the table. You see her in our picture, launching herself into a plate of Spaghetti.

Naturally, when we have a baby in our care,our movements are severely restricted. Trips to the town for shopping have to be carefully planned to make sure that we have a suitable baby sitter. The monkey having bonded to one individual, does not take kindly to being dumped on someone else. When I return form my infrequent trips, I am greeted with great joy.

Martes, 26 de mayo de 2009
Los juegos y los simulacros de batallas.


Aquí en Cañaote tenemos una oportunidad inigualable para comparar la vida de un mono en la naturaleza y la vida en semi cautiverio. Mi primera observación es que los monos aulladores en semi cautiverio son mucho más deportistas que sus homólogos en la naturaleza. Ellos corren rápidamente en círculos por sus pasarelas, el uso de las oscilaciones por los juguetes o columpios colocados en sus recintos y de las vigorosas interacciones en el juego, es el comportamiento típico. Los juegos y simulacros de batallas ocupan una buena parte de su día. El mono en la naturaleza duerme más y, en general, vive una vida más pausada.

He observado con anterioridad el tiempo que requiere un mono joven aullador de ser cuidado y consentido. María Teresa tiene sólo cuatro meses de edad y es alimentada con biberón, que exige de mi presencia las 24 horas del día. Ella se vuelve muy agitada, si se queda sola o si no esta en un entorno seguro.

Esto, por supuesto, significa que ella está en mi hombro todo el día. Como pueden ver en la fotografía, lo que incluye cuando estoy afeitándome. El jabón de afeitar no sabe bien. Pero no me he encontrado con un mono que no quiera probar la espuma. Por supuesto es muy difícil para mí afeitarme.

Los horarios de las comidas pueden ser desordenadas. En particular, cuando María Teresa es la primera en la mesa. Vea su imagen en nuestro comedor, ella salta sobre un plato de espaguetis.

Naturalmente, cuando tenemos un bebé a nuestro cuidado, nuestros movimientos están severamente restringidos. Los viajes a la ciudad para ir de compras tienen que ser cuidadosamente planificados para asegurarnos de que tenemos una niñera adecuada. El mono tiene que estar pegado o cargado a por una persona, no tiene la amabilidad de ser cargada por otra persona, que no se yo.
Cuando yo regreso a mi casa de los infrecuentes viajes, me saluda con gran alegría.

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