Most of our monkeys are Howlers but we do have a number of Capuchin monkeys. Capuchin monkeys are much more demanding on staff and resources because of their famous dexterity and intelligence. They are very destructive and because of this their facilities need constant renewal and repair. I have previously told the story of Chiquetin and Zeus. I made a wonderful enclosure for them. It had a stoutly built house which was skilfully made to resist damage. It had an extensive bamboo walkway which completely circled the enclosure. It had swings and suspended tires hanging from two tall live trees. It had swings and hullah hoops. Within three weeks the house was matchwood and the bamboo walkway lay on the ground. The swing hung forlornly on one string and there was defecation in the most inaccessible places. This is another difference with Howlers. Howlers always pooh pooh in the same place usually above running water if they can find it. Capuchins on the other hand just do it.
Another problem with Capuchin monkeys arises from the fact that we are located in monkey country. Our compound is situated in a valley on the side of a small mountain. The heavily forested mountain slopes are home to about twenty Howler families and at some 200 meters from our main building there is a tree that houses about forty Capuchin monkeys. The young ones occasionally go raiding. This means jumping up and down on our Capuchin enclosures and generally being aggressive and provocative. On one occasion one of our Capuchin children was attacked through the cage wires and required twenty stitches in one arm and hand. This was some years ago and these days we keep a stock of fireworks to let off and scare the raiders away. This is a very effective deterrent. So why do we keep Capuchin monkeys? Mainly because I promised that when the main ARFA facility closed that I would take a limited number as an interim measure to avoid hardship. Also because some donors are very persuasive and I cannot say 'no' when I see the monkeys frightened and confused faces.
Another reason is that some of the Capuchins are incredible personalities. Toula for example can steal from your pocket with her tail. She is also a loving and delightful person. Zeus and Jane are just so pretty. Chiquetin looks so furious with his fang like teeth but actually he is a sweetheart who loves to cuddle up in my arms.and Oliver (picture above) is a strange mixture of characters. He is really a comic and an acrobat all in one.Recently he was joined by Toula. Toula has shared with him before but on the first occasion they did not get on. No actual problem but Oliver and Toula just ignored each other. Both are now a little more mature and are getting on fine. They share food and sleep together in their new house. I do not regret my decision to care for this group of Capuchins. But I do not encourage donors to bring Capuchins to us because of the additional burden of care and maintenance which I have discussed above.
Viernes, 25 de marzo 2011
Oliver se une a Toula
La mayoría de nuestros monos son aulladores, pero sí tenemos un número de monos capuchinos también. Los monos capuchinos son mucho más exigentes en recursos de personal y famosos por su destreza e inteligencia. Son muy destructivos y por ello sus instalaciones necesitan de constantes renovaciones y reparaciones. Ya he contado la historia de Chiquitin y Zeus. Hice un recinto maravilloso para ellos. Tenía una casa sólidamente construida, que se hizo con habilidad para resistir los daños. Había una pasarela de bambú amplia que completa la vuelta al recinto. Había cambios de neumáticos y suspensión que cuelgan de dos árboles vivos de altura. Había columpios y aros hullah. En menos de tres semanas, la casa fue hecha papilla y la pasarela de bambú yacía en el suelo. El columpio colgado tristemente de una cuerda y lo agarraron como inodoro en los lugares más inaccesibles. Esta es otra diferencia con los aulladores. Los aulladores siempre defecan en el mismo lugar por lo general por encima de un chorro de agua, por lo que es muy fácil de limpiar. Los capuchinos en cambio lo hacen donde les de ganas.
Otro problema con los monos capuchinos surge del hecho de que estamos ubicados en una zona donde hay muchos monos. Nuestro complejo está situado en un valle en la ladera de una montaña pequeña. Las laderas de las montañas boscosas son el hogar de una veintena de manadas de aulladores y a unos 200 metros de la casa principal hay un árbol que alberga a unos cuarenta monos capuchinos. Los jóvenes de vez en cuando ir a asaltar nuestra casa. Esto significa saltar arriba y abajo de nuestros recintos de Capuchinos y, en general ser agresivo y provocadores. En una ocasión uno de nuestros monos Capuchinos fue atacado a través de los alambres de la jaula y requirió veinte puntos de sutura en un brazo y la mano. Esto fue hace algunos años y en estos días hay que mantener un stock de fuegos artificiales pequeños, para que asustar a los asaltantes a la distancia. Este es un elemento disuasorio muy eficaz. Entonces, ¿por qué seguimos recibiendo monos capuchinos? Principalmente porque yo prometí que cuando el principal centro de rescate ARFA cerrara yo que iba a tener un número limitado como medida provisional para evitar dificultades. También debido a que algunos donantes son muy persuasivos y no puedo decir "no" cuando veo a los monos asustados y con caras de confundidos.
Otra razón es que algunos de los Capuchinos tienen personalidades increíbles. Toula, por ejemplo, puede robar de tu bolsillo con la cola. También es una persona cariñosa y encantadora. Zeus y Jane son muy bonitas. Chiquitin se ve muy furioso con sus colmillos gigantes, pero en realidad él es un mono que le gusta acurrucarse en mis brazos y Oliver (foto de arriba) es una extraña mezcla de personajes. Él es realmente un cómico y un acróbata todo en uno. Recientemente fue acompañado por Toula. Toula ha compartido con él antes, pero en la primera ocasión no se llevaban bien. No hay un problema real, pero Oliver y Toula se ignoran mutuamente. Ambos son ahora un poco más maduros y comparten los alimentos y duermen juntos en su nueva casa. No me arrepiento de mi decisión a la atención para este grupo de capuchinos. Pero no alentamos a los donantes para llevar capuchinos para nosotros debido a la carga adicional del cuidado y mantenimiento que he mencionado anteriormente.